Los huertos solares despiertan el interés de bandas organizadas de delincuentes

VITORIA. Productos tecnológicos de gran valor agrupados en un mismo solar, alejado de núcleos urbanos y con escasa vigilancia. Las bandas de delincuencia organizada tienen un nuevo objetivo en mente. Se encuentra en pleno campo y el beneficio que obtienen por la venta del material sustraído es elevado. Los huertos solares representan una tentación demasiado evidente y sus titulares ya han comenzado a solicitar presupuesto a las firmas alavesas especializadas en materia de seguridad.

El modus operandi de estos grupos es sencillo y muy al estilo de la forma de trabajar que tienen las bandas de delincuentes procedentes de países del Este de Europa. Vigilan la zona, comprueban las medidas de seguridad que protegen el contenido de los huertos solares y atacan. Abren las vallas de seguridad en un santiamén, cargan a toda prisa las placas solares en una furgoneta grande o en un camión pequeño y salen a toda pastilla en dirección al sur. Para cuando los dueños de las parcelas se dan cuenta de que han sido atracados y comunican lo ocurrido a la Policía, los paneles ya han atravesado sin problemas la frontera de Marruecos y se encuentran camino del Magreb, donde son vendidos. La salida del país se realiza a marchas forzadas, en un solo día, y el beneficio resultante de la operación es muy elevado.

Ante la proliferación de estas instalaciones energéticas, una alternativa más que razonable a la agricultura tradicional que ofrece numerosas ventajas a sus titulares, siempre que las parcelas estén adecuadamente orientadas y libres de arbolado, el interés de los cacos se ha multiplicado. La opción más adecuada para evitar visitas indeseadas pasa por la contratación de un servicio de "visionado en tiempo real", tal y como explica Juan Carlos Corral, directivo de la empresa alavesa PCI Security Doctors.

"Los servicios de vigilancia 24 horas, simplemente no cumplen con el objetivo buscado", apostilla Corral. En realidad, apunta que estos contratos de videovigilancia contemplan la colocación de dispositivos que registran todo cuanto ocurre en el solar, pero no en tiempo real. "Los ladrones son plenamente conscientes de que se trata de cámaras tontas, es decir, que graban pero que no hay nadie detrás viendo lo que ocurre. Por ello actúan el fin de semana, con verduguillos y ropa negra, y hasta el lunes nadie comprueba las imágenes. A esas alturas las placas están ya en África", asevera.

La forma de trabajar de estos grupos organizados es similar a la de bandas llegadas del Este de Europa
La salida del botín se realiza en el mismo día del robo; los camiones parten de España a marchas forzadas
De su cualificación, en el caso de proceder en Europa del Este -"aunque también hay grupos organizados locales", advierte Corral- los expertos aseguran que es elevada. Cuentan con el entrenamiento adecuado, son rápidos y disponen de un buen equipo.

CABLEADO De hecho, los paneles no son el único elemento que suscita el interés de los atracadores. El cableado de estas instalaciones es de cobre, se puede vender con facilidad y también ofrece pingües beneficios. Ante la creciente preocupación de sus titulares, las firmas de seguridad han comenzado a ejecutar planes de seguridad y control de varios de estos huertos. Algunos incluso integran megafonía en sus sistemas de vigilancia, de manera que los atracadores son advertidos de que están siendo observados en el instante en que acceden al interior del solar.

"Todo lo que sucede en el huerto solar es controlado por una persona que se encuentra en Miñano y que ante el menor incidente, llama a la Policía. Hemos frustrado varios robos ya y en uno de ellos llegamos a utilizar los altavoces para disuadir a los ladrones, que abandonaron el lugar a toda prisa", detalla Corral.

INCREMENTO DE FACTURACIÓN En el caso de la alavesa PCI Security Doctors, creada hace siete años y ubicada en Miñano, el paulatino aumento de la preocupación por la seguridad en el territorio se ha traducido en una facturación que el año pasado rondó los cinco millones de euros. Además de ocuparse de la protección de particulares y empresas, la firma se encarga de velar por la integridad de los hospitales de Txagorritxu y Santiago, así como de la del Parque Tecnológico de Miñano. Tal es el crecimiento del sector que en los próximos meses espera abrir delegaciones en las comunidades autónomas de Galicia, Asturias y Castilla León.

Estas empresas de seguridad privada comienzan a ofrecer a sus clientes servicios de asesoría especializada. Realizan el control de las comunicaciones mediante medidas electrónicas de contraespionaje y reducen al máximo posible las situaciones de riesgo.

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