Cómo aprovechar la ganancia de luz natural para rehabilitar viviendas

Valencia - 2013-05-06

De todos es sabido que el fin básico del cambio de hora de verano es prolongar y aprovechar la luz natural y evitar el consumo prolongado de iluminación artificial o eléctrica durante la tarde. Por lo que respecta al cambio que se experimenta en invierno, al contar con menos horas de luz por las tardes, ciertos hogares ven incrementado su consumo en iluminación.


La luz natural es gratuita y su beneficio debe ser considerado en términos de ahorro.

El IDAE indicaba en el año 2009, en base a estimaciones propias no actualizadas, que el consumo eléctrico en iluminación se reduce un 5% en los meses con horario de verano, lo que suponía un ahorro de hasta 300 millones de euros de los cuales 90 millones (cerca de un tercio) correspondían al consumo doméstico (un ahorro de 6 euros por hogar). A día de hoy, el ahorro sería incluso mayor dados los crecientes precios de la energía.

No obstante, la luz natural es gratuita, y por lo tanto su beneficio debe ser considerado en términos de ahorro. Y a la hora de plantear medidas de ahorro y eficiencia energética es necesario priorizar las medidas más efectivas, en base a datos objetivos, que no pasan solo por realizar cambios en el horario. Por ejemplo, el consumo energético en climatización es responsable de alrededor del 50% del consumo energético total del sector residencial, mientras que la iluminación representa menos de un 5%.

Según la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA), “medidas como la reducción de la demanda energética de los edificios que puede alcanzarse mediante la rehabilitación energética de los mismos son mucho más efectivas que el cambio de hora, ya que inciden sobre la demanda de calefacción y refrigeración que es el uso responsable de un mayor consumo energético”. Por tanto, si vamos a realizar obras es importante tener presente una serie de consideraciones que nos ayudarán a reducir el gasto energético del edificio y, en consecuencia, también de nuestro hogar.

Rehabilitación de viviendas

En este sentido, las ventanas de las viviendas son elementos determinantes para dejar pasar la luz natural a los edificios y así conseguir un nivel de iluminación adecuado. Algo que parece tan obvio no se tiene en cuenta muchas veces cuando se rehabilita o edifica un inmueble.

Así, en la rehabilitación de carpinterías es primordial una buena elección de los vidrios ya que es el componente térmicamente más débil de toda la envolvente del edificio. Su superficie puede suponer entre el 20% y el 50% de la fachada externa, que es aún mayor en fachadas de patios interiores.

Según la “Guía de la eficiencia energética para administradores de fincas”, la sustitución de vidrios simples por dobles implica una disminución de las pérdidas de energía de hasta un 50%. No hay que olvidar que este material, fuente de luz natural en las viviendas, es un buen conductor del calor y transparente a la radiación social, con lo que permite la entrada de buena parte de la energía del sol.

Pero además es necesario hacer un buen uso del vidrio en la rehabilitación de carpinterías, pues en todo momento hay que evitar que protecciones solares u otros elementos disminuyan la calidad de la iluminación natural. A este respecto, en el momento de la rehabilitación de las ventanas puede aumentarse la superficie vidriada e incluso en aquellas que dan a la calle instalarse repisas o vidrios prismáticos que redireccionen la luz hacia el techo de la vivienda evitando el deslumbramiento.

En el caso de los patios interiores, la ganancia de la luz natural puede conseguirse pintando todas las superficies con color claro, lo que aumentará la reflexión de la luz del 20% (en caso de muro envejecido) al 80% (muro blanco). Además, “la disposición de espejos convexos en la parte superior, orientados hacia el sol, permite el redireccionado de los rayos y consigue un aumento de la luz entrante de hasta un 700%”.

Y con todo el cambio de hora no modifica los hábitos de los usuarios, es decir, no es una cuestión determinante para dirimir si es o no una medida de ahorro energético puesto que el propio cambio no fomenta la concienciación ni la sensibilización de por sí. “Quienes tengan adquiridos hábitos de ahorro energético los aplicarán y reducirán su consumo eléctrico al contar con más horas de luz mientras que quienes no los tengan no los aplicarán por el hecho de cambiar de horario”, concluye la ACA.

Fuente: http://noticias.fotocasa.es/

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