Ácidos grasos esenciales en la dieta actual

Barcelona - 2010-09-28

Se denominan ácidos grasos esenciales o insaturados (AGE) a un grupo de ácidos grasos que el organismo no puede fabricar y que tienen que ser ingeridos a través de los alimentos o de los complementos dietéticos. Se diferencian de los no esenciales ( ácidos grasos saturados y monoinsaturados) en que estos últimos puede obtenerlos el organismo a partir de las proteínas, los alcoholes o los carbohidratos.

Existen dos tipos de ácidos grasos esenciales, los poliinsaturados y los monoinsaturados :

Los poliinsaturados son de dos clases: los omega 3 (ω-3) y los omega 6 (ω-6). Los ω-3 están representados por el ácido alfa linolénico y los ω-6 por el ácido linoléico.
El monoinsaturado más típico es el ácido oleico, omega 9 (ω-9), que puede ser sintetizado por todos los mamíferos, incluido los humanos.
Los ácidos grasos esenciales, tanto los ω-6 como los ω-3, han formado parte de la dieta desde el principio de la vida humana. Antes de la revolución agrícola, consumíamos aproximadamente los dos a partes iguales; en los últimos 150 años, este equilibrio se ha roto. Se estima que la relación actual en la cultura occidental de ω-6 a ω-3 es de 10-20:1 en vez de la recomendada 1-4:1.

Los humanos podemos obtener los ácidos grasos a partir de los dos esenciales: el linoleico y el linolénico. Los ácidos grasos esenciales regulan los procesos fisiológicos relacionados con el crecimiento celular y fisiológico, la estructura cerebral y el metabolismo celular. Su carencia produce procesos fisiológicos de deshidratación dérmica, caída del pelo, afecciones respiratorias, anemias, hígado graso e infecciones. Son necesarios metabólicamente y, a su vez, son precursores entre sí, ya que el ácido linoleico es precursor del ácido linolénico y éste del araquidónico. A partir de ellos se sintetizan prostaglandinas, tromboxanos, prostaciclinas y ácidos grasos ω-6 a partir de ácido araquidónico. Están presentes en el aceite de girasol y maíz (linoleico); soja, mantequilla y colza (linolénico); grasas de carne y huevos (araquidónico).

ÁCIDOS GRASOS OMEGA 3
Existen tres ácidos grasos omega 3:

* Ácido alfa-linolénico (ALA) : De procedencia vegetal, se encuentra fundamentalmente en el aceite de las semillas vegetales. Destaca entre ellas, las semillas del lino y especialmente el aceite de lino o de linaza (533 mg por cada 100 g). Otras plantas ricas en este componente son las semillas de la soja canola (111 mg por cada 100 g), nueces (104 mg por cada 100 g)), cáñamo, y vegetales de hojas verde-oscuras como la verdolaga. El Ácido alfa-linolénico (ALA) en el organismo se convierte en AEP (Ácido eicosapentaenoico) y ADH (Ácido Docosahexaenoico) para poder aprovecharse. En esta transformación el organismo solo convierte un 10 % de AAL en AEP o ADH. Por este motivo el aceite de pescado se considera una fuente más directa y mejor para la ingestión de este principio.

* Alimentos ricos en ácido linolénico por orden de mayor cantidad:
Semillas de lino, Nueces, Verdolaga, Aguacate, Semillas y aceite de sésamo, Semillas y aceite de cacahuete, Soja (semillas), Almendras, Lechuga (hojas), Espinacas (planta), Fresas (frutos), Pepino (fruto), Coles de Bruselas (hojas), Coles (hojas).

* De los de procedencia animal los más importantes son los que poseen los peces azules de agua fría. Los más destacados en este grupo son el ácido eicosapentaenoico (AEP) y el ácido docosahexanoico (ADH). El organismo transforma los del primer grupo en los del segundo grupo.

* Ácido eicosapentaenoico (AEP) : Se encuentra fundamentalmente en los aceites del pescado azul y en la leche materna. Existen trazas del mismo en la verdolaga.

* Ácido Docosahexaenoico (ADH) : Se encuentra fundamentalmente en los aceites de pescado azul propios de aguas frías como el salmón, el atún, la trucha, la caballa y el arenque. y en algunas algas microscópicas.

Complementos: Constituyen una forma de ingerir ácidos grasos ω-3 para aquellas personas que no lo toman de fuentes vegetales o que no comen suficiente pescado. Se toman en forma de cápsulas que contienen aceites de pescado o de los complementos en forma de cápsulas, aceite o polvo del aceite de linaza, de onagra, etc..

FUNCIÓN DE LOS ÁCIDOS GRASOS OMEGA 3

* Regulación de la expresión genética : Los estudios en animales indican que los ω-3 pueden modular la expresión de ciertos genes, especialmente los que participan en el metabolismo de ácidos grasos y en la inflamación.

* Vista : el ADH se encuentra en altas concentraciones en las membranas celulares de la retina. Estudios con animales indican que el ADH es necesario para el desarrollo y funcionamiento normal de la retina. Parece ser que hay un periodo crítico en el desarrollo de la retina, en el que una falta de ADH da lugar a anormalidades permanentes en la función retinal. El ADH desempeña un papel importante en la regeneración del pigmento visual que convierte la luz en visión.

* Sistema nervioso : comparado con el resto del cuerpo el contenido de ADH del cerebro humano y del sistema nervioso es alto. El ADH puede proteger las neuronas de la apoptosis (muerte celular). Una mayor incorporación de ADH a las membranas celulares afecta las propiedades físicas de las mismas, como p.ej., la fluidez. Una deficiencia puede afectar los procesos de transmisión nerviosa al alterar la disponibilidad de neurotransmisores o la función de las proteínas receptoras de la membrana.

LOS ÁCIDOS GRASOS EN LA PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES

* Enfermedades cardiovasculares : Los ácidos grasos ω-3 pueden disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares a través de las acciones siguientes: prevenir las arritmias, reducir el riesgo de trombosis, reducir los niveles de triglicéridos, inhibir el crecimiento de placas arterioscleróticas, mejorar la función endotelial vascular, reducir la presión arterial, y reducir la inflamación en general. El ácido araquidónico (AA) y el AEP son precursores de productos metabólicos que se conocen en general como eicosanoides (prostaglandinas, tromboxanos y leucotrienos), los cuales actúan como potentes reguladores intracelulares, participando en gran manera en los procesos inflamatorios y en la respuesta inmune. El AEP y el AA compiten en la formación de prostaglandinas y leucotrienos. Cuando los humanos ingieren aceites de pescado, el AEP y el ADH sustituyen parcialmente al AA en las membranas de las células, con lo cual hay una reducción en la producción de sustancias agregantes e inflamatorias como los tromboxanos y los leucotrienos. Varios estudios epidemiológicos han demostrado que en hombres que consumían aceites de pescado, la mortalidad por enfermedad cardiovascular se reducía hasta en un 38% y en mujeres este efecto se reduce hasta un 34%. Los resultados de estudios clínicos en individuos con enfermedades coronarias han llevado a las autoridades como la American Heart Association (máxima autoridad en temas cardiológicos) a recomendar a los enfermos a consumir aproximadamente 1 g al día de AEP y ADH. Estudios realizados en Japón, que tienen su fuente principal de alimentación en el pescado azul, muy rico en ω-3, demostró que los habitantes de esta nación tienen un índice de enfermedades circulatorias más baja. De igual manera, otros estudios llevados a cabo entre los esquimales de Groenlandia concluyeron que su dieta, basada en pescado azul o en carne de foca, que se alimenta principalmente de pescado azul, era la responsable de que este pueblo tuviese un índice muy bajo de ataques de corazón. La ingestión de alimentos ricos en ácido linolénico o complementos que contengan este principio rebaja los triglicéridos, disminuye el colesterol , previene la formación de coágulos en las arterias al impedir la agregación plaquetaria y disminuye levemente la presión arterial. En general fluidifica la sangre y protege contra los ataques cardíacos, apoplejías, derrames cerebrales, anginas de pecho, enfermedad de Raynaud, etc. Por otra parte, la función cardioprotectora viene además acentuada por la capacidad de estos aceites para incrementar las transmisiones eléctricas del músculo cardíaco por lo que regularizan el ritmo y previenen enfermedades como las arritmias.

* Muerte súbita por paro cardiaco: Numerosos estudios han encontrado una relación inversa entre el consumo de ω-3 y muerte súbita por paro cardiaco, con reducciones de hasta un 52%. Es decir los niveles plasmáticos de AEP y AHA son inversamente proporcionales a este riesgo, lo cual corrobora su efecto protector.

* Cáncer: La inclusión de alimentos o complementos ricos en este componente protege contra la aparición de ciertos cánceres, especialmente el cáncer colon, el cáncer próstata y el cáncer de mama. Además pueden reducir el tamaño de los tumores, al impedir el crecimiento de las células cancerosas o evitar que estas, mediante metástasis, se reproduzcan en alguna otra parte del organismo. En el cáncer de mama estos ácidos inhiben la acción de los estrógenos que son los causantes del desarrollo de tumores en el pecho. El efecto podría estar relacionado con la acción inhibidora sobre el metabolismo de los eicosanoides, al reducir el contenido y la producción de prostaglandinas y tromboxanos. Los productos eicosanoides afectan varias funciones celulares importantes, haciendo comprensible que estas alteraciones puedan modificar significativamente el crecimiento y la diferenciación de las células; además, también influyen en los mecanismos inmunológicos importantes en la respuesta del cuerpo a tumores. Parece ser que los ω-3 hacen que las células tumorales sean más susceptibles a la quimioterapia, al inducir alteraciones en sus membranas. Inhiben la lipólisis y la degradación del músculo esquelético y actúan a nivel de citoquinas, prostaglandinas, produciendo una reducción importante de la respuesta inflamatoria. Además, el AEP bloquea muchos de los efectos metabólicos inducidos por factores tumorales. En varios ensayos clínicos con pacientes con cáncer pancreático avanzado y pérdida de peso, el uso de complementos proteicos conjuntamente con AEP se ha asociado a una leve ganancia de peso. Además, los pacientes tratados presentaron una clara mejora de su calidad de vida. La dosis mínima diaria es de 2 g. de AEP al día.

* El efecto de los ω-3 sobre los triglicéridos séricos: Numerosos estudios en humanos han demostrado que la ingesta de ω-3 reduce los niveles de triglicéridos circulantes. Para que la reducción sea clínicamente significativa, se recomiendan dosis de 2 a 4 g/día de AEP + ADH. La reducción de triglicéridos oscila de un 20 a un 40%.

* Diabetes mellitus y aceites de pescado: El tipo 2 de diabetes se caracteriza por niveles altos de azúcar en sangre (hiperglicemia) con resistencia a la insulina, un alto nivel de triglicéridos circulantes (hipertriglicemia) y el desarrollo de complicaciones vasculares. Los hombres y las mujeres diabéticos tienen un riesgo entre 3 y 5 veces superior de mortalidad cardiovascular respectivamente que la población no diabética. La agrupación de factores de riesgo aterogénicos y trombóticos en asociación con la resistencia a la insulina puede explicar ese riesgo. Complementando con ω-3 (3 gr/día) se ha visto una reducción de los triglicéridos en individuos con diabetes, sin afectar al control de la glucemia.

* Enfermedades inflamatorias: Se ha comprobado que el ω-3 tiene propiedades antiinflamatorias en enfermedades de las articulaciones Por ello los alimentos, o, especialmente los suplementos, pueden ser muy adecuados para rebajar la inflamación y aliviar el dolor en enfermedades como la artritis reumatoide, psoriasis y lupus. La utilización de complementos que contienen ω-3 puede constituir una alternativa natural al tratamiento convencional de la artritis reumatoide. Parece ser que este componente aumenta los niveles de prostaglandinas PG3 que tienen propiedades antiinflamatorias.

* Artritis reumatoide: Un análisis de 400 pacientes reumáticos demostró que tomar aceites de pescado durante al menos 12 semanas, disminuyó el número de articulaciones doloridas en el examen físico y redujo la rigidez matinal. Los beneficios se vieron con una dosis mínima 3 g de AEP + ADH al día y no se observaron hasta la semana 12. Si se toman como aceite de pescado, hay que consumir unos 6 g diarios.

* Colitis ulcerosa y Enfermedad de Crohn: Estudios clínicos con ω-3 obtuvieron una remisión de la enfermedad, al dar a enfermos de Crohn 2,7 g de AEP + ADH durante un año. La toma de 4,2 a 5,4 g/día durante 3 a 12 meses en pacientes con colitis ulcerosa, aportó mejoras, como una reducción en el uso de corticosteroides, la producción reducida de mediadores de la inflamación y mejoras en el rendimiento y estado general.

* Asma: Los eicosanoides inflamatorios derivados del ácido araquidónico juegan un papel importante en el asma. Dado que una ingesta aumentada de ω-3 disminuye la cantidad de ácido araquidónico disponible para la formación de estos mediadores inflamatorios, se deduce que los ω-3 pueden ser útiles en un tratamiento antiasmático.

* Tratamiento de la depresión y del trastorno bipolar: Datos de estudios en países diferentes, sugieren que existe una relación inversa entre el consumo nacional de pescado y las cifras de depresión y depresión posparto. Los niveles de ω-3 en sangre en enfermos depresivos son significativamente menores que en los controles. Aunque el mecanismo no está del todo claro, parece tener que ver con la relación entre la modulación de las vías neuronales y la producción de eicosanoides. Administrando dosis muy altas de AEP (6,2 g/día) y ADH (3,4 g/día) en 30 pacientes con trastorno bipolar, se vio una importante mejoría. Un estudio piloto con mujeres con personalidad “borderline” ( El Trastorno de la personalidad fronterizo o borderline, se caracteriza por impulsividad e inestabilidad anímica, de la imagen propia de la persona y de las relaciones), dio como respuesta menos síntomas de depresión severa al administrarles 1 g de AEP al día durante 8 semanas.

* Niños prematuros: Debido a que el último trimestre del embarazo es un periodo crítico para la acumulación de ADH en la retina, los niños prematuros son muy vulnerables a la falta de ADH. Es decir, aunque pueden sintetizar ADH de ALA, no es suficiente para prevenir deficiencias. Los estudios demuestran que añadiendo ADH a las fórmulas de lactancia artificial mejora el desarrollo del sistema visual en niños de 2 a 4 meses de edad.

* Complicaciones en el embarazo: En mujeres con embarazos de alto riesgo, un complemento de aceites de pescado que aporte 2,7 g/día de ω-3 en el último trimestre del embarazo, disminuyó el riesgo de parto prematuro de 33% a 21%.La ingestión de alimentos ricos en omega-3 resulta muy adecuada durante el embarazo para conseguir que el feto tenga un desarrollo cerebral adecuado. Las madres que han comido alimentos con estos componentes han tenido hijos con una capacidad de aprendizaje más elevado y con menos problemas de visión. De igual manera se ha comprobado que el ω-3 favorecía la coordinación motriz de los bebes prematuros.

* Síntomas premenstruales o durante la menopausia: Alivia los síntomas como hinchazón de mamas, así como la depresión e irritabilidad premenstrual. Se recomiendan de 3 a 5 g de aceite de prímula al día.

* Piel: Estos ácidos ejercen una acción positiva en el mantenimiento de la salud de la piel, por lo que resultan adecuados para prevenir o mejorar las enfermedades que afectan a este órgano, como eccemas, psoriasis, etc..

ÁCIDOS GRASOS OMEGA 6
Los ácidos grasos ω-6 necesitan ser suministrado con los ω-3, para acumularse en las membranas celulares.
Dentro de este grupo el más importante es el:

* Ácido gamma-linoleico (AGL): Se puede encontrar mayoritariamente en aceites vegetales, de semillas de grosella negra, de borraja, de prímula o de onagra. La valeriana o la borraja contienen mucha cantidad del mismo principio en todo la planta. El ácido linoleico, otro ácido graso ω-6 se convierte a AGL en el cuerpo y éste a su vez se escinde en ácido araquidónico (AA) y ácido dihomogammalinolénico (ADGL).

* Ácido araquinódico (AA): Se puede encontrar en plantas como las coles de Bruselas, los ajos, la zanahoria, la soja, o el aceite de sésamo. Tiene propiedades antidermatíticas, hepatoprotectivas, inmuno- estimulantes y anticancerosas.

* Ácido dihomo-linoleico (ADGL): Se ha encontrado en el aceite de onagra.

Alimentos ricos en ácido linoleico, por orden de mayor cantidad: Nueces, Aguacate, Semillas y aceite de girasol, Semillas y aceite de sésamo, Germen de trigo

FUNCIÓN DE LOS ÁCIDOS GRASOS OMEGA 6

* Propiedades beneficiosas para el aparato circulatorio: La ingestión de alimentos ricos en ácidos grasos ω-6 o complementos que contengan este principio rebaja los trigliceridos, disminuye el colesterol , previene la formación de coágulos en las arterias al impedir la agregación plaquetaria y disminuye levemente la presión arterial. En general fluidifica la sangre y protege contra los ataques cardíacos, apoplejías, derrames cerebrales, anginas de pecho, enfermedad de Raynaud, etc. Por otra parte, la función cardioprotectora viene además acentuada por la capacidad de estos aceites para incrementar las transmisiones eléctricas del músculo cardíaco por lo que regularizan el ritmo y previenen enfermedades como las arritmias.

* Impotencia: Por su capacidad para mejorar la circulación, puede ser utilizado en caso de impotencia relacionada con una falta de riego sanguíneo en el pene.

* Caída del cabello: También puede ser utilizado en caso de caída del cabello relacionada con una falta de riego sanguíneo en el folículo piloso.

* Enfermedades de la mujer: El ácido gamma-linolénico contribuye a la fabricación de prostaglandina E1, una especie de hormona, que reduce los procesos inflamatorios. Esta propiedad resulta muy útil en el tratamiento de los síntomas negativos del síndrome premenstrual, tanto en lo que se refiere a su aspecto físico como psíquico. La utilización de complementos de onagra ayudara a reducir la hinchazón de vientre, dolor en la cabeza, dolor o mayor sensibilidad en los pechos, hinchazón, aumento de peso, dolor en la espalda, náuseas, diarrea o estreñimiento, problemas urinarios, manifestaciones diversas en la piel, como sequedad, herpes labial o acné, etc. En el aspecto psíquico ayudará a combatir la depresión, irritabilidad, mayor agresividad, ataques de ansiedad, etc. El uso de este aceite constituye una alternativa sin contraindicaciones al uso de inhibidores de prostaglandina u hormonas. También parece tener una influencia negativa en el tratamiento de otras enfermedades de la mujer como ciertos problemas de infertilidad relacionados con problemas hormonales de la mujer, quistes de ovario o bultos en las mamas ( mastopatía fibroquística). Se recomiendan de 3 a 5 g de aceite de prímula al día.

* Eccema: Varios estudios demuestran que existe una alteración del metabolismo de los ácidos grasos esenciales en personas con eccema atópico: hay una reducción en la conversión de ácido linoleico a AGL. La administración de AGL mejora en todos los casos la condición de la piel en pacientes atópicos. Administrando entre 2 a 4 g de aceite de prímula, se han visto mejoras significativas. En condiciones atópicas posiblemente hay una incorporación reducida de ácidos grasos esenciales a los fosfolípidos. Esta anormalidad podría tener como consecuencia una hiperactividad de ciertas partes del sistema inmunológico. Por ello, también se usa en personas alérgicas en general.En niños con eccema atópico se recomienda 1.400 mg de AGL al día.

* Osteoporosis: Una deficiencia de ácidos grasos esenciales puede llevar a la pérdida de masa ósea. La combinación de AGL y AEP puede ayudar a aumentar la masa ósea, al estimular la absorción de calcio, aumentar los depósitos de calcio en los huesos, disminuir la excreción de calcio por la orina y en general fortalecer al hueso.

* Propiedades antiinflamatorias: Se ha comprobado que tiene propiedades antiinflamatorias en enfermedades de las articulaciones . Por ello los alimentos, o, especialmente los suplementos, pueden ser muy adecuados para rebajar la inflamación y aliviar el dolor en enfermedades como la artritis reumatoide. La utilización de complementos que contienen ácido gamma-linoleico puede constituir una alternativa natural al tratamiento convencional de la artritis reumatoide. Parece ser que este componente reduce los niveles de prostaglandinas que son las responsables de muchos procesos inflamatorios. Los estudios indican que el AGL puede disminuir el dolor articular, la hinchazón y la rigidez matinal en pacientes artríticos. Una ingesta elevada de aceite de prímula aumenta los niveles de ADGL, que actúa como inhibidor de las prostaglandinas y leucotrienos y suprime así la inflamación. Con dosis de 2,8 g de AGL al día en un estudio de 6 meses (Zurier et al.) se ha visto una mejora significativa.

* Diabetes: El uso de este aceite ha resultado útil como apoyo en el tratamiento de la diabetes. Por una parte este aceite ayuda a mantener estables los niveles de insulina, por otra parte, previene los efectos secundarios que esta enfermedad proporciona en el sistema nervioso de algunos pacientes, entre los que se encuentran una sensación general de hormigueo o el entumecimiento de los miembros. Su uso en laboratorio con ratones ha demostrado como era capaz de evitar problemas de visión por retinopatías o aterosclerosis producidas por el exceso de azúcar en las sangre.La complementación con AGL puede mejorar la función nerviosa y prevenir los trastornos nerviosos (neuropatía periférica) típicos de los diabéticos.

* Enfermedades oculares: Puede ayudar en condiciones de sequedad, como las que se dan en el síndrome de Sjögren. Dosis recomendadas: 1,5 a 3 g al día.

* Hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares: Los estudios sugieren que el AGL, solo o en combinación con AEP y ADH baja la presión arterial.

Uso externo

* Eccemas: En uso externo, el ácido gamma-linoleico se utiliza para el tratamiento de los eccemas, especialmente el eccema atópico, una enfermedad de carácter crónico relacionada con problemas de alergia que ataca la piel proporcionándole una textura como de cuero. Su aplicación durante 3 o 4 meses resulta muy positiva para reducir el picor, la sequedad e impedir que la piel se descame con tanta facilidad. Resulta un tratamiento alternativo al uso de corticoides o inmunomoduladores tópicos.

* Acné: Igualmente su aplicación tópica reduce las espinillas, los granos y las inflamaciones en general del acné. Esta propiedad se produce por la capacidad de su aceite en diluir la acumulación de grasas en los poros de la piel, lo que impide que estos se bloqueen y aparezcan los defectos de la misma que caracterizan al acné.

* Distensiones y desgarros musculares: Por sus propiedades antiinflamatorias, frotar los músculos distendidos o desgarrados con aceite de onagra ayuda a reducir el dolor.

Usos y dosificación
Veáse dosificación, precauciones y contraindicaciones en el estudio de la onagra o de la borraja

ÁCIDOS GRASOS OMEGA 9

Los ácidos grasos ω-9 son un tipo de ácido graso considerados esencial con amplios efectos biológicos positivos para la salud, como el alivio de la inflamación relacionada con la artritis reumatoide y los síntomas del síndrome premenstrual. Los efectos biológicos del ω-9 son generalmente mediados por sus interacciones con los ácidos grasos ω-3 y ω-6. Algunos ω-9 son componentes comunes de grasa animal y de aceite vegetal.

Dos comercialmente importantes, son:

Ácido oléico (18:1 ) que es el componente principal del aceite de oliva y de otras grasas monoinsaturadas.
Ácido erúcico (22:1) encontrado en canola (Brassica napus), semillas de Erysimum, semillas de mostaza (Brassica). Las canola con alto contenido de ácido erúcico sirven comercialmente para uso en pinturas y barnices como secante y protector.
Lamentablemente, a diferencia de los ácidos grasos omegas 3 y 6, los ácidos grasos ω-9 no se clasifican como ácidos grasos esenciales. Eso se debe a que pueden ser creados por el cuerpo humano a partir de grasa insaturada por lo que no son esenciales en la dieta.

CONCLUSIÓN

Los datos epidemiológicos demuestran que aquellas poblaciones en las que el consumo de pescado es muy alto, las tasas de aparición de enfermedades cardiovasculares y cáncer son más bajas. Por eso es importante complementar la dieta con aceites de pescado. Pero hay que tener en cuenta que para un correcto funcionamiento del organismo se tiene que establecer la relación adecuada entre los grasos ácidos esenciales ω-3 y ω-6 ya que ambos se complementan mutuamente en sus funciones (como la acción de liberación de prostaglandinas). Actualmente existe una proporción demasiado elevada en la ingestión de ω-6 que suele oscilar entre un 10 :1 o 20 : 1, cuando la proporción adecuada se situaría en un 4:1, es decir cuatro partes de ω-6 por 1 parte de ω-3. Esta enorme superioridad del ω-6 puede ser responsable algunas veces de algunas enfermedades, como las de corazón, ciertas depresiones, diabetes. etc. La solución consiste en aumentar los alimentos que contengan más ω-3 o tomar suplementos de este componente y disminuir aquellos alimentos muy ricos en ω-6.

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